martes, 18 de agosto de 2015 0 comentarios

Sin título (Aún)

Se despierta muy temprano, pero no se levanta de la cama, tiene que viajar, pero no quiere hacerlo, tiene que organizar nuevamente las maletas, pero no puede, simplemente no quiere, no le apetece moverse de su cama.  No le apetece seguir viviendo, seguir respirando. Todo acabó.

Días atrás.
Aquella tarde de verano, extrañamente no había salido el sol como de costumbre, por eso no ha alistado sus cosas para ir a la playa, se ha deprimido sin razón alguna, sin saber el porque de lo que siente en su pecho de repente. 

Sale de su habitación y todo al rededor le parece extraño, llega a la cocina directo al refrigerador, lo abre y olvida que hacía ahí, quizá esta despistada o tal vez esta pensando en mil cosas que se le pasan por la mente a diaro. Pero no sabe todo lo que se le vendrá en unos días. No lo sabe, no tiene ni idea.













-Eres feliz?
-Soy feliz. Jamás me he sentido tan bien. ¿Y tú?
-¿Yo?, estoy de maravilla.
-¿Hasta el punto de llegar a tocar el cielo con un dedo?
-No, así no.
-¿Ah, no?
-Mucho más. Al menos a tres metros sobre el cielo.
 
;