lunes, 4 de mayo de 2015 4 comentarios

Día 1.

Desperté con tremendas ganas de escribir, de buscar todos los post perdidos del antiguo blog robado, me metí a google a buscar y rebuscar para ver si por casualidad me pueda topar con algún post, pero nada, solo pude recordar algunos post en mi cabeza y en algunos post de bloggers donde algún tiempo atrás la blogsfera era otra cosa.

Recordar el post de Camila, la niña con la que me topé.
Aún lo recuerdo clarito. Era un día soleado y yo estaba en el bus, escuchando música como de costumbre, cuando de pronto subió una señora con una pequeñita muy bonita, la tenía cargada, se sentó al lado mio, sonreí como siempre lo hago en vez de decir "Hola" y la señora hizo lo mismo.

Seguí mirando el celular para cambiar de música y volví a mirar por la ventana, de pronto unas manitas tocaron las mías, voltié y volví a sonreír, la señora se disculpó por el hecho y le decía la pequeña que no haga eso, le pregunté su nombre y la señora me respondió: "Ella es Camila" , entonces procedí a saludarla pero ella no apartaba la mirada hacia adelante. 

Me pregunté que era lo extraño en esta situación, Camila solo atinaba a cogerme las manos, palpar mi celular y mis llaves, luego las agarró y se las ponía al lado de sus orejas, entonces entendí que algo extraño sucedía, pero su abuelita se me adelantó a la pregunta  y me dijo: "Es ciega" , me paralizó, me quitó la sonrisa en un instante, me contó que perdió la vista al nacer, Camila con 3 años sonreía al tomarme las manos, y yo me entristecía un poquito más. Como una pequeña tan hermosa con esos ojos lindísimos no pudiera ver colores, ni todo lo que hay a su alrededor. 

La abuelita sacó un taper de comida e intentaba darle sin que ella se moviese, el ruido, me contaba, la hace alegrarse, la hace percibir todo lo que hay a su alrededor, aunque a veces llora puesto que no logra adivinar que es lo que pasa a su alrededor. 

Aquel día traía conmigo 3 fotos lindas de aquel momento especial, pero se quedaron en el blog anterior. Camila, es el nombre mas adorable del mundo pensé y desde entonces ya en el jardín donde trabajé por 3 años, en cada salón que me tocaba, tenia una Camila presente.

-Eres feliz?
-Soy feliz. Jamás me he sentido tan bien. ¿Y tú?
-¿Yo?, estoy de maravilla.
-¿Hasta el punto de llegar a tocar el cielo con un dedo?
-No, así no.
-¿Ah, no?
-Mucho más. Al menos a tres metros sobre el cielo.
 
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